Por Pablo Féliz

Mi Rincón Biográfico con un Poco de Todo para Todos. Entra lee, y comenta acerca del mismo; y ayúdame con tus criticas constructivas a mejorarlo cada día.... Pablo Féliz ... Mucha Suerte...

El Rapto de la Iglesia de Cristo

Cristo viene por su iglesia antes de la gran tribulación porque su iglesia no puede pasar por los juicios que Dios mandará sobre los querechazaron la obra redentora del Señor, porque él ya pagó por todos nuestros pecados, y el Dios justo no va a demandar el pago dos veces, ni aún la justicia de los hombres actúa así, ¿Cuánto menos lo hará el Juez Justo?.
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Santidad de Dios: Es uno de sus Atributos



Santidad de Dios - La Distinción



¿Puede el hombre comprender la santidad de Dios? En casi todas las religiones existe una distinción entre lo que es santo y lo que es profano. En la mayoría de los casos, un hombre religioso es aquel para el que algo es sagrado, es decir, santo. La santidad requiere el hacer una distinción entre la santidad constituida por el ser mismo de Dios, y la santidad que refleja el carácter de Su pueblo. 

Nuestra comprensión de la santidad de Dios, basada en los sentidos naturales, sigue siendo insuficiente. En Éxodo 15:11, Moisés pregunta: "¿Quién como Tú, Oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como Tú - magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?" La santidad adopta todos los diferentes atributos de cada Persona de la Trinidad, Padre (Juan 17:11), Hijo (Hechos 4:30), y especialmente del Espíritu Santo, ya que Él es el que nos proporciona un conocimiento íntimo de un Dios Santo (1ra de Corintios 2:10). ¿Qué exquisitas palabras existen para darle gloria, honor, y gracias al Señor Dios Todopoderoso? Delante del trono celestial, los ángeles adoraban a Dios, repitiendo día y noche:"Santo, santo, santo." (Apocalipsis 4:8).



Santidad de Dios - Un Fundamento Bíblico



En el Antiguo Testamento, el término santidad es aplicado a Dios en dos sentidos. Primero, Dios está separado, existiendo sobre todo lo creado. Aún así, es Dios el que nos llama a una pureza ética. En segundo lugar, ciertas cosas son consideradas santas debido a su conexión con Dios—tierra santa, el santo Sabbat, un lugar santo. La santidad de Dios impregna todo lo que Él toca, especialmente al hombre. 

Los encuentros del hombre con la santidad de Dios en el Antiguo Testamento a menudo eran aterradores. Después de la destrucción por parte de Dios del ejército de Faraón, en el Mar Rojo, los israelitas descansaron cerca del Monte Sinaí–-donde Dios se le había aparecido a Moisés en una zarza ardiendo. Antes de que Dios estableciera un pacto con Su pueblo les ordenó separarse de impurezas, santificarse para Dios. En el tercer día de preparación, Dios descendió al Monte Sinaí, demostrando Su poder y santidad (Éxodo 19:16-20). Dios les advirtió que cualquiera que tocara la montaña moriría. Sólo a Moisés y Aaron se les permitió estar en la montaña. El Monte Sinaí "fue santificado" –-un recordatorio de la sima inconmensurable que existe entre lo divino y lo humano. 

Por 100 largos años, el Arca de la Alianza había estado ausente del Tabernáculo y de otros lugares de adoración. Dios había especificado que sólo los levitas debían transportar el arca sobre los hombros, por medio de varas pasadas por anillos de oro conectados al arca. Inclusive a los levitas les estaba prohibido hasta tocar el arca o mirar dentro, porque la santidad de Dios (Su presencia) moraba allí. Aún así, David decidió regresar el arca a Jerusalén sobre un carro. Cuando los bueyes tropezaron, amenazando con derribar el arca, Uza trató de sostener el arca con su mano. Este acto irreverente encendió el furor de Dios, quien hirió a Uza y cayó muerto instantáneamente.(Segunda de Samuel 6:1–11). Aproximarse a la santidad de Dios requiere de reverencia y de una obediencia absoluta a Sus órdenes.


Santidad de Dios - Consagrarse



Cuando consideramos la santidad de Dios pudiera parecer imposible a criaturas imperfectas como nosotros obedecer Su mandamiento de: "Sed santos, porque yo soy santo" (Primera de Pedro 1:15–16). ¿Cómo podemos separarnos totalmente del pecado? Cuando Dios creó al hombre, Él quería que experimentáramos Su gloria. El hombre es la culminación de la obra creadora de Dios. Nuestra existencia no es aleatoria, ni tampoco fue un accidente. Dios sabía lo que estaba creando, y quería que cada uno de nosotros recibiera santidad. 

Cuando se le pidió a una bisabuela que describiera "la santidad de Dios." Bea cerró los ojos por un momento: "Devoradora, se adueña de todo el cuerpo, paz, fe, alegría. . . sabiduría." La Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial, el perder a su padre y a su hermano menor cuando niña . . y hasta la viudez no pudieron robarle la intimidad llena de adoración con un Dios Santo. Cuando sentimos la presencia de Dios en tiempos difíciles, abrazamos a un Padre fiel. Cuando fracasamos en todo, nos encontramos con un Dios redentor. Cuando escogemos adorarle, obedecerle, y servirle, independientemente de todo lo que el mundo demanda, experimentamos la santidad de Dios.
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TEXTO NARRATIVO

PREÁMBULO
El texto narrativo es contar o narrar acontecimientos reales o ficticios que suceden o sucedieron en un determinado lugar o época , el cual se desarrolla en un tiempo y un espacio que pueden ser reales o virtuales, podemos ver hechos reales al narra una noticia,y hechos imaginarios en una fabula o cuento.

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LA DESCRIPCION

La descripción

Describir un ser o un objeto es presentarlo por medio de las palabras, de forma que el receptor pueda hacerse una idea precisa de cómo es; es decir, consiste en presentar las partes o los rasgos característicos de seres, lugares, ambientes, objetos, sentimientos o fenómenos.  Por tanto, la realización de una descripción exige seguir una serie de pasos o fases, entre los que destacan los siguientes:
  1. La observación minuciosa del objeto que se va a describir.
  2. La selección de los rasgos característicos que distinguen a ese objeto: su forma, su color, su tamaño, sus constituyentes…
  3. La disposición de los elementos seleccionados: de arriba abajo, de derecha a izquierda, de lo anterior a lo posterior…
  4. La redacción de la descripción, siempre de acuerdo con los objetivos que se busquen: exactitud, expresividad…

Recursos de la descripción

Para realizar una descripción, contamos con diversos recursos de carácter lingüístico. Estos son los principales:
  • La adjetivación. Los adjetivos expresan las cualidades o estados de los objetos a que se refieren. Ejemplo: “Era Yurrumendi un hombre enorme, con la espalda ancha, el abdomen abultado, las manos grandísimas… “
  • Las imágenes, por ejemplo: Luis es una ardilla. Celia es un verdadero ciclón.
  • Las comparaciones o las metáforas. Para presentar gráficamente el objeto, se emplean comparaciones o metáforas, que sugieren nuevos aspectos de la realidad descrita. Ejemplo: “… una chaqueta de paño negra, fuerte, que debía de estar calafateada como una gabarra. “;  “La chimenea ofrecía un aspecto siniestro, como una boca enorme y hambrienta incrustada en la pared.” Al comparar podemos utilizar dos tipos de rasgos:
  • Los rasgos diferenciales de cada objeto. Son las características que distinguen a unos objetos de otros.
  • Los rasgos comunes a las cosas que comparamos. Son las características que hacen que podamos agrupar a los seres en clases.
Para comparar hay que tener en cuenta lo siguiente:
  • Se deben comparar variables análogas. Al comparar objetos podemos observar el tamaño, la forma, la materia, el precio, la procedencia…
  • Se deben indicar las semejanzas y las diferencias.
  • Se deben ordenar la comparación. Primero las semejanzas y después las diferencias o al contrario.
  • Tipos de descripción
Hay distintos tipos de descripción y cada uno de ellos presenta unos requisitos peculiares:
-          La descripción técnica, por ejemplo, se caracteriza por su precisión, claridad y objetividad.
-          En la descripción literaria, en cambio, pueden ser más importantes la expresividad o la capacidad de evocar determinados sentimientos.
Según los rasgos de la realidad que el emisor seleccione, la descripción puede ser:  
  • La descripción exhaustiva refleja de forma detallada y meticulosa todos los rasgos de la realidad que se quiere representar, mostrándola a veces desde puntos de vista distintos. Esta forma de descripción es propia de los textos científicos y técnicos. Ejemplo: albaricoque [...] Fruta parecida al melocotón, pero de menor tamaño, con piel de color amarillento y de superficie lisa, pulpa dulce y aromática y semilla en forma de hueso acorazonado del que se extrae un aceite semejante al de las almendras.   
  • La descripción selectiva presenta solo los rasgos más significativos o expresivos de la realidad descrita. Ejemplo: “Asomaban los albaricoques entre el follaje como rosadas mejillas de niño”.      
Según el tratamiento que el emisor dé a la realidad que describe, la descripción puede ser: 
  • La descripción estática presenta una realidad fija, estable. Ejemplo:
España es abondada de mieses, deleitosa de fructas, viciosa de pescados, sabrosa de leche et de todas las cosas que se della facen; llena de venados et de caça, cubierta de ganados, loçana de caballos, provechosa de mulos, segura et abatida de castiellos, alegre por buenos vinos, folgada de abondamiento de pan; rica en metales, de plomo, de estaño, de argent vivo, de fierro, de arambre, de plata, de oro, de piedras preciosas, de toda manera de piedra de mármol, de SALES de mar et de salinas de tierra de sal en peñas, et dotros mineros muchos.                  Crónica general de España, Alfonso X El Sabio.
  • La descripción dinámica presenta una realidad cambiante.
Ejemplo: “Entonces, empujando una gruesa línea de nubes plomizas que negreaba en el horizonte, un viento frío y húmedo empezó a soplar desde el este”.    El capitán Alatriste, Arturo Pérez Reverte.
Según la intención comunicativa del emisor, su punto de vista, la descripción puede ser:  
  • La descripción objetiva es propia de los textos científicos y técnicos. Tiene una finalidad informativa: pretende mostrar la realidad tal como es. En ella, el emisor se limita a reflejar lo que ve de una manera minuciosa y precisa, sin manifestar sus propios sentimientos o emociones. Este tipo de descripción utiliza un lenguaje objetivo y riguroso. Ejemplo: “El refranero es un libro en el que se recogen refranes, máximas, aforismos, etc.
  • La descripción subjetiva es propia de los textos literarios. Tiene una finalidad estética. El emisor no se preocupa tanto de reflejar la realidad como de dar cuenta de los efectos que esa realidad produce en su ánimo; por eso, la descripción pierde en minuciosidad y exactitud y se llena de valoraciones personales que transmiten al receptor las emociones y sentimientos de quien hace la descripción. Ejemplo: “Hay en ella un sosiego, una paz exterior, que puede provenir de frialdad de espíritu y de corazón, de estar muy sobre sí y de calcularlo todo, sintiendo poco o nada, y pudiera provenir también de otras prendas que hubiera en su alma; de la tranquilidad de su conciencia, de la pureza de sus aspiraciones y del pensamiento de cumplir en esta vida con los deberes que la sociedad impone, fijando la mente, como término, en esperanzas más altas.”                          

Los tonos de la descripción

La descripción tiene que ser viva y estar próxima a la realidad. Para ello hay que observar el mayor número de detalles posible y destacar los que llamen más la atención en el receptor, porque sean llamativos, enérgicos o tengan algún tipo de significación en el texto. También es común adoptar un punto de vista propio en función de lo que se quiere reflejar; así se hará con más eficacia. El punto de vista puede cambiar según la perspectiva con que el autor decide mirar la obra, desde un objetivismo puro hasta los enfoques más subjetivos. Antes de escribir un retrato de un personaje, el escritor decide qué tono adoptará en él; por ejemplo, un tono serio o un tono burlón. Así se pueden exagerar mucho los rasgos de una persona, con intención satírica o humorística, para que el retrato pase a ser una caricatura.
  • Si el autor intenta describir la realidad tal como se presenta, nos encontramos ante una descripción realista. Ejemplo: “El gabinete de lectura, que también servía de biblioteca, era estrecho y no muy largo. En medio había una mesa oblonga cubierta de bayeta verde y rodeada de sillones de terciopelo de Utrecht.”               La Regenta, Leopoldo Alas, Clarín.
  • Si el autor selecciona los aspectos positivos de la realidad con el ánimo de ennoblecer lo descrito, hablamos de descripción idealizadora. Esta forma de descripción es frecuente en los panegíricos o discursos en alabanza de una persona. Ejemplo:
“Tu aliento es el aliento de las flores, tu voz es de los cisnes la armonía; es tu mirada el esplendor del día y el color de la rosa es tu color.”                                Rimas, Gustavo Adolfo Bécquer.
  • Si el autor intenta rebajar lo descrito destacando sus aspectos negativos, ladescripción es degradante. Las caricaturas y las sátiras se basan en este tipo de descripción. Ejemplo:
“Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa, érase una alquitara medio viva, érase un peje espada mal barbado; era un reloj de sol mal encarado, érase un elefante boca arriba, érase una nariz sayón y escriba, un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera, érase una pirámide de Egipto, las doce tribus de narices era; érase un naricísimo infinito frisón archinariz, caratulera, sabañón garrafal, morado y frito.”
                                                       A un hombre de gran nariz, Francisco de Quevedo.

Descripción de personas
Hay varias formas de describir a una persona. Según se describan sus rasgos sería una:
ProsopografíaEs la descripción de los rasgos físicos de la persona, de su apariencia externa.
EtopeyaEs la descripción de rasgos psicológicos o morales del personaje: su manera de ser, de actuar, su carácter.
RetratoEs una descripción combinada en la que se describen las características físicas y morales de la persona. Une la prosopografía y la etopeya.
CaricaturaEs un tipo de descripción en la que los rasgos físicos y morales de la persona se presentan de manera exagerada, acentuando los defectos.

Ordenar la información. El orden espacial

En la descripción, los elementos que integran la información pueden aparecer relacionados en el espacio: se sitúan unos al lado de otros, o encima de otros o detrás de otros, o bien constituyen partes de un todo. La información se organiza, pues, en estos casos según un orden espacial, aunque el orden también puede ser lógico o temporal. Antes de hacer una descripción hay que observarseleccionar  y  hay que presentarlos en un orden determinado. Se pueden seguir distintos criterios. Por ejemplo:
  • De dentro afuera (o a la inversa). Ejemplo: “En el interior de la casa, todo estaba a oscuras; fuera, las últimas luces del día permitían aún reconocer la forma de los objetos.
  • Del primer plano al fondo, de lo general a lo particular (o a la inversa). Ejemplo: “En el primer plano, se veía a los alumnos, alineados; al fondo estaban los padres.”
  • De izquierda a derecha (o a la inversa). Ejemplo: “A la izquierda, se amontonaban los seguidores del equipo local; en el lado derecho, los hinchas del equipo visitante.
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La Santidad de Dios

¿Quién no te temerá, oh Señor, y engrandecerá tu nombre? Porque tú sólo eres santo” (Apoc. 15:4)
Sólo El es infinita, independientemente e inmutablemente santo. Con frecuencia Dios es llamado “El Santo” en la Escritura; y lo es porque en él se halla la suma de todas las excelencias morales. Es pureza absoluta, sin la más leve sombra de pecado. “Dios es luz, y en él no hay ningunas tinieblas” (1Juan. 1:5).
La santidad es la misma excelencia de la naturaleza divina: el gran Dios es “magnífico en santidad” (Ex. 15:11). Por eso leemos: “muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio” (Hab. 1:13). De la misma manera que el poder de Dios es lo opuesto a debilidad natural de la criatura, y su sabiduría contrasta completamente con el menor defecto de entendimiento, su santidad es la antítesis de todo defecto o imperfección moral.
En la antigüedad, Dios instituyó algunos “que cantasen a Jehová y alabasen en la hermosura de su santidad”. (2Crón.. 20:21). El poder es la mano y el brazo de Dios, la omnisciencia sus ojos, la misericordia su entraña, la eternidad su duración, pero “la santidad es su hermosura”. Es esta hermosura lo que le hace deleitoso para aquellos que han sido liberados del dominio del pecado.
A esta perfección divina se le da un énfasis especial. “Se llama santo a Dios más veces que todopoderoso, y se presenta esta parte de su dignidad más que ninguna otra. Esta cualidad va como calificativo junto a su nombre más que ninguna otra. Nunca se nos habla de Su poderoso nombre, o su sabio nombre, sino su grande nombre, y, sobre todo, su santo nombre. Este es su mayor título de honor; en ésta resalta toda la majestad y respetabilidad de su nombre.” Esta perfección, como ninguna otra, es celebrada ante el trono del cielo por los serafines que claman: “Santo, Santo, Santo, Jehová de los ejércitos” (Isa. 6:3).
Dios mismo destaca esta perfección: “Una vez he jurado por mi santidad” (Sal. 89:35). Dios jura por su santidad porque ésta es la expresión más plena de sí mismo. Por ella nos exhorta: “Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad” (Sal. 30:4). “Podemos llamar a éste un atributo trascendental; es como si penetrara en los demás atributos y les diera lustre” (J. Howe 1670). Por ello leemos de la “hermosura del Señor” (Sal. 27:4), la cual no es otra que la “hermosura de su santidad” (Sal. 110:3).
“Esta excelencia destacada por encima de sus otras perfecciones, es la gloria de éstas; es cada una de las perfecciones de la deidad; así como su poder es el vigor de sus otras perfecciones, su santidad es la hermosura de las mismas; de la manera que sin omnipotencia todo sería débil, sin santidad todo sería desagradable. Si ésta fuera manchada, el resto perdería su honra.
Esto sería como si el sol perdiera su luz: perdería al instante su calor, su poder y sus virtudes generadoras y vivificadoras. Así como en el cristiano la sinceridad es el brillo de todas las gracias, la pureza en Dios es el resplandor de todos los atributos de la divinidad. Su justicia es santa, su sabiduría santa, su brazo poderoso es un santo brazo (Sal. 98:1). Su verdad o palabra es una Santa Palabra (Sal. 105:42). Su nombre, que expresa todos sus atributos juntos, es un Santo Nombre (Sal. 103:1)”
La santidad de Dios se manifiesta en sus obras. Nada que no sea excelente puede proceder de El. La santidad es regla de todas sus acciones. En el principio declaró todo lo que había hecho “bueno en gran manera” (Gen. 1:31), lo cual no hubiera podido hacer si hubiera habido algo imperfecto o impuro.
Al hombre lo hizo “recto” (Ecl. 7:29), a imagen y semejanza de su creador. Los ángeles que cayeron fueron creados santos, ya que, según leemos, “dejaron su habitación” (Judas. 6). De Satanás está escrito: “perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad” (Eze. 28:15).
La santidad de Dios se manifiesta en su ley. Esa ley prohíbe el pecado en todas sus variantes: en las formas más refinadas así como en las más groseras, la intención de la mente como la de contaminación del cuerpo, el deseo secreto como el acto abierto.
Por ello leemos: “la ley a la verdad es santa y el mandamiento santo y justo, y bueno” (Rom. 7:12). Sí, “el precepto de Jehová es puro que alumbra a los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos” (Sal. 19:8,9).
La santidad de Dios que se manifiesta en la cruz. La expiación pone de manifiesto de la manera más admirable, y a la vez solemne la santidad infinita de Dios y su odio al pecado. ¡Cuán detestable había de serle este cuando lo castigó hasta el límite de su culpabilidad al imputarlo a su hijo! “los juicios que han sido o que serán vertidos sobre el mundo impío, la llama ardiente de la conciencia pecadora, la sentencia irrevocable dictada contra los demonios rebeldes, y los gemidos de las criaturas condenadas, nos demuestran tan palpablemente el odio de Dios hacia el pecado como la ira del Padre desatada sobre el Hijo.
La santidad divina jamás apareció más atractiva y hermosa que cuando la faz del salvador estaba más desfigurada por los gemidos de la muerte. El mismo lo declara en el Salmo 22. Cuando Dios esconde de Cristo su faz sonriente y le hunde su afilado cuchillo en el corazón haciéndole exclamar Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has abandonado?, Cristo adora esa perfección divina: “pero tu eres santo, v. 3”.
Dios odia todo pecado porque El es santo. El ama todo lo que es conforme a sus leyes y aborrece todo lo que es contrario a las mismas. Su palabra lo expresa claramente: “el perverso es abominado de Jehová” (Prov. 3:32). Y otra vez: “abominación son a Jehová los pensamientos del malo” (Prov. 15:26). De ello se desprende que él, necesariamente ha de castigar el pecado.
El pecado no puede escapar a su castigo porque Dios lo aborrece. Dios ha perdonado a menudo a los pecadores, pero jamás perdona el pecado; el pecador sólo puede ser perdonado a causa de que otro ha llevado su castigo, porque “sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (He. 9:22). Por eso se nos dice que “Jehová se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos” (Nah. 1:2).
A causa de un pecado Dios desterró a nuestros primeros padres del Edén. Por un pecado toda la descendencia de Cam cayó bajo una maldición que todavía perdura. Moisés fue excluido de Canaán a causa de un pecado. Y por un pecado el criado de Eliseo fue castigado con lepra y Ananías y Safira fueron separados de la tierra de los vivientes.
En eso tenemos pruebas de la inspiración divina de las Escrituras. El alma no regenerada no cree realmente en la santidad de Dios el concepto que de su carácter tiene es parcial. Espera que su misericordia superara todo lo demás. “Pensabas que de cierto sería yo como tú” (Sal. 50:21), es la acusación de Dios a los tales.
Piensan en un dios cortado según el patrón de sus propios corazones malos. De ahí su persistencia en una carrera de locura. La santidad atribuida en las Escrituras a la naturaleza y carácter divinos es tal, que demuestra claramente el origen sobrenatural de estas. El carácter atribuido a los “dioses” del paganismo antiguo y moderno es todo lo contrario de la pureza inmaculada que pertenece al verdadero Dios.
¡Los descendientes caídos de Adán jamás podían idear un Dios de santidad inenarrable que aborrece totalmente todo pecado! En realidad, nada pone más de manifiesto la terrible depravación del corazón humano y su enemistad con el Dios viviente que la presencia del que es infinita e inmutablemente sabio.
La idea humana del pecado está prácticamente limitada a lo que el mundo llama “crimen”. Lo que no llega a tal gravedad, el hombre lo llama “defectos”, “equivocaciones”, “enfermedad”, etc. E incluso cuando se reconoce la existencia del pecado, se buscan excusas y atenuantes.
El “dios” que la inmensa mayoría de los que profesan ser cristianos “aman” es como un anciano indulgente, quien, aunque no las comparta disimula benignamente las “imprudencias” juveniles. Pero la Palabra de Dios dice: “Aborreces a todos los que hacen iniquidad” (Sal. 5:5), y “Dios está airado todos los días contra el impío” (Sal. 7:11).
Pero los hombres se niegan a creer en este Dios, y rechinan los dientes cuando se les habla fielmente de como odia al pecado. No, el hombre pecaminoso no podía imaginar un Dios santo, como tampoco crear el lago de fuego en el que será atormentado para siempre.
Porque Dios es santo, es completamente imposible que acepte a las criaturas sobre la base de sus propias obras. Una criatura caída podría más fácilmente crear un mundo que hacer algo que mereciera la aprobación del que es infinitamente puro. ¿Pueden las tinieblas habitar con la luz? ¿Puede el inmaculado deleitarse con los “trapos de inmundicia”? (Isa. 64:6). Lo mejor que el hombre pecador puede presentar está contaminado. Un árbol corrompido no puede producir buen fruto, si Dios considerara justo y santo aquello que no lo es, se negaría a sí mismo y envilecería sus perfecciones; y no hay nada justo ni santo si tiene la menor mancha contraria a la naturaleza de Dios. Pero bendito sea su nombre, porque lo que su santidad exigió, lo proveyó su gracia en Cristo Jesús, Señor nuestro cada pobre pecador que se haya refugiado en él es “acepto en el amado” (Efe. 1:6). ¡Aleluya!.
Porque Dios es santo, debemos acercarnos a él con la máxima reverencia. “Dios terrible en la grande congregación de los santos y formidable sobre todos cuantos están alrededor suyo” (Sal. 89:7). “Ensalzad a Jehová nuestro Dios, e inclinaos al estrado de sus pies: él es santo” (Sal. 99:5). Sí, “Al estrado”, en la postura más humilde, postrados ante él. Cuando Moisés se acercaba a la zarza ardiendo, Dios le dijo: “quita tus zapatos de tus pies” (Exo. 3:5).
A él hay que servirle “con temor” (Sal. 2:11). Al pueblo de Israel dijo: “En mis allegados me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado” (Lev. 10:3). Cuando más temerosos nos sintamos ante su santidad inefable, más aceptables seremos al acercarnos a él.
Porque Dios es santo, deberíamos desear ser hechos conformes a él. Su mandamiento es: “Sed santos, porque yo soy santo” (1Ped. 1:16). No se nos manda ser omnipotentes u omniscientes como Dios, sino santos, y eso “en toda conversación” (1Ped. 1:15). este es el mejor medio para agradarle. No glorificamos a Dios tanto con nuestra admiración ni con expresiones elocuentes o servicio ostentoso, como con nuestra aspiración a conversar con El con espíritu limpio, y a vivir para El viviendo como El”.
Así pues, por cuanto solo Dios es la fuente y manantial de la santidad, busquemos la santidad en él; que nuestra oración diaria sea que “El Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo” ( 1Tes. 5:23).
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12 alimentos inteligentes: cómalos para potenciar su cerebro

Arándanos. Estas bayas son una importante fuerte de antioxidantes, y como tales pueden ayudar a mejorar la memoria y las funciones cognitivas. Su componente principal, los flavonoides, protegen nuestros tejidos de los dañinos radicales libres y ayudan a evitar o retrasar enfermedades cerebrales como el alzhéimer.




Semillas de chía. Este alimento originario de América Central es la mayor fuente de los ácidos grasos omega 3 que un ser humano puede obtener de la naturaleza. De acuerdo con los nutricionistas, la chía acelera la actividad cerebral, estabiliza el estado emocional reduciendo las probabilidades de depresión y mejora el funcionamiento de las neuronas. Otro beneficio indudable de la semilla es que es capaz de prevenir el envejecimiento de los tejidos.            © wikimedia.org



Calabaza. Alto contenido de antioxidantes o ácido fólico que posee este vegetal ayuda acelerar las reacciones de nuestro cerebro y a mejorar la memoria. Los médicos señalan, además, que la falta de ácido fólico aumenta el riesgo de sufrir trastornos mentales como la depresión.

© REUTERS Darren Staples




Espinacas. Gracias a su alto contenido de
minerales como potasio, manganeso, zinc, magnesio, hierro y calcio, esta verdura ayuda a que las neuronas transmitan las señales de manera más rápida, lo que a su vez nos permite pensar con más claridad y reaccionar con más velocidad.
© AFP DAVID PAUL MORRIS / WORLD SPORT GROU





Cacao. Los dietólogos señalan que, consumido con moderación, el ingrediente principal del chocolate permite evitar el envejecimiento prematuro del organismo gracias a su alto contenido en antioxidantes, unas moléculas que, además, mejoran nuestra capacidad cognitiva.

© REUTERS Susana Gonzalez




Tomate. El licopeno que contiene este alimento tanto crudo como cocinado ayuda a prevenir enfermedades como el derrame cerebral, el accidente cerebrovascular y el ictus.© REUTERS Joshua Lott









Frutos secos. Al ser una rica fuente de minerales como el fósforo, el magnesio, el potasio y de vitaminas del complejo B y E, estos alimentos ayudan proteger nuestro sistema cardiovascular, algo imprescindible para que el cerebro reciba un aporte correcto de sangre y oxígeno. Es por eso que el consumo regular de frutos secos mejora la memoria.
© AFP JUSTIN SULLIVAN




Aguacate. Esta fruta parece contener todos los elementos más beneficiosos para nuestro organismo: el aguacate es conocido por su alto contenido de antioxidantes y omega 3 que, como ya hemos mencionado, ayudan prevenir el envejecimiento del cerebro, a fortalecer nuestra capacidad cognitiva y a aumentar la calidad de la memoria.
© AFP David McNew




Aceite de oliva. Las grasas saludables que contiene este alimento rico en antioxidantes potencian el correcto funcionamiento de todas las células de nuestro organismo al estabilizar la circulación sanguínea, algo muy importante para el cerebro.          © REUTERS Marcelo del Pozo



Pescado. Este alimento contiene cantidades significativas de omega 3 y fósforo, que ayudan a fortalecer nuestra capacidad cognitiva y aumentan la calidad de la memoria. Por lo tanto, el consumo regular de pescado, especialmente el azul (sardinas, salmón, atún, trucha, etc.) es muy recomendado por los médicos y dietólogos.
© AFP Valery Hache




Brócoli. Estudios con ratones han demostrado que los nutrientes de esta verdura son capaces de proteger el cerebro tras una lesión y de mejorar la memoria.
© REUTERS Mike Blake









Agua. A primera vista este alimento no parece tener muchos elementos beneficiosos para el organismo. Sin embargo, es vital para todos los seres vivos y sus órganos. Nuestro cerebro está compuesto por un 85% de agua, por lo que la hidratación regular ayuda a aumentar su volumen y a mejorar su funcionamiento.
© REUTERS Shannon Stapleton
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"El ébola es una estafa a escala mundial"

Un ciudadano ghanés llamado Nana Kwame publicó en su página en Facebook un texto que revela la supuesta verdad sobre el ébola desgranando en cuatro puntos básicos los intereses que se mueven tras esta "gran estafa" a escala mundial.
El autor de la publicación asegura en su perfil en Facebook que la Cruz Roja ha llevado el virus del Ébola a cuatro países por cuatro razones específicas que responden a fines económicos:  

1. Petróleo de Nigeria 

"Se necesitaba una nueva razón para mandar tropas a Nigeria y robar las reservas de petróleo recientemente descubiertas", declara el autor, refiriéndose a los militares occidentales que llegan a Nigeria para proporcionar seguridad a la Cruz Roja. 


2. Diamantes de Sierra Leona 

Sierra Leona es el mayor proveedor de diamantes del mundo. En los últimos cuatro meses un paro de protesta por las pésimas condiciones de trabajo en las minas ha detenido la extracción de esta piedra preciosa. Se necesitaba, pues, una razón para desplegar tropas en Sierra Leona y poner fin a la huelga de los mineros de diamantes. 

 3. La vacuna contra el ébola causa la enfermedad 


Otro de los objetivos de las tropas enviadas es obligar a la población a vacunarse para garantizar la expansión de una pandemia de ébola provocada por las propias vacunas. Además, dichas tropas protegerán a la Cruz Roja de los liberianos y nigerianos que han estado expulsándolos de sus países. 

4. La vacuna contra el ébola es un lucrativo negocio 
El autor asevera que la aparición de este virus será aprovechada para atemorizar a millones de personas de todo el mundo con el objetivo de que acepten recibir la 'vacuna del ébola', que en realidad es la propia pandemia.





Kwame destaca que muchos están alarmados por "la despoblación" que puede causar en el continente africano el virus mortal, pero añade que una enfermedad "que mata a 160 personas al día" no conseguirá despoblar África, ya que en el continente "cada día nacen miles de personas".   
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¿Es un pájaro, es un avión? No, es un misterioso hombre volando junto a un Airbus





Los pilotos de un vuelo comercial se quedaron atónitos cuando un hombre pasó volando junto a su Airbus A320 a más de 1.000 metros de altura sobre la ciudad británica de Macclesfield , informa 'Daily Mail'.

Según la información disponible, el misterioso 'hombre volador' pasó a unos 100 metros de la aeronave, dejando asombrada a la tripulación por la maniobrabilidad con la que volaba el individuo sin la ayuda de ningún aparato.

Además, los radares del Airbus y los controladores aéreos no registraron la presencia de ningún parapente, paracaídas u otro objeto volador en el trayecto del vuelo comercial. Por el momento se desconoce más detalles del 'superman de Macclesfield'.
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Aguas con las “agüitas” para niños y niñas



La mejor forma de atrapar el paladar de un consumidor es desde la infancia y la industria de bebidas no se ha quedado atrás. De hecho, ha sido muy ágil lanzando las “agüitas” para niños, ¿las más famosas en el mercado? agua Ciel Mini, agua Bonafont Kids o las agüitas Nestlé Pureza Vital.
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Tema: Amaos los Unos a los Otros



Preámbulo: 

La iglesia a los Corintios es un caso digno del mejor estudio de investigación para la eclesiología moderna. 


¿Por qué decimos esto? 
Porque de acuerdo a la información de Pablo, esa iglesia fue  equipada por medio del Espíritu Santo como ninguna otra. Observe la manera cómo el apóstol la elogia: “Porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo…” (1 Cor. 1:5-7). Cualquiera pensaría que una iglesia con semejantes recursos espirituales, no tenía los eventuales problemas que surgen en nuestras congregaciones de hoy, pero la verdad es otra. 

Lo primero que uno observa es que la iglesia estaba divida en “cuatro pedazos”. Algunos en la iglesia seguían a Pedro, otros a Pablo, otros a Apolo y también otros seguían a Cristo. Como era de esperarse (imaginariamente hablando), el grupo de Pedro cuando se encontraba con el de Pablo se iba en otra dirección. Si el grupo de Apolos se sentaba en una mesa, el grupo de Cristo se sentaba en otra. 

Cuando la iglesia salía de paseo, los hijos de los hermanos del grupo de Pablo no se juntaban con los del grupo de Apolos. Y para que la rivalidad se acentuara más, a veces el grupo de los de Cristo llamaban a los de Pedro y le decían que ellos no estaban de acuerdo con los diáconos que se habían elegido en el grupo de Pablo. Los del grupo de Apolos también llamaban a los de Pablo y les hablaban que ellos no estaban de acuerdo con los maestros de la escuela dominical elegidos por el grupo de los de Cristo. Al final,  tampoco se pondrían de  acuerdo acerca de quién sería el pastor que les iba a dirigir a los cuatro grupos. 


Cada uno querría tener de pastor  a su mismo líder. Por supuesto que no fue así, pero pudo suceder con semejante división. Así que fue a esta iglesia a la que Pablo le dedicó el más grande capítulo sobre el amor que se conozca en todas las Escrituras (1 Cor. 13). La iglesia tenía todos los dones, pero carecían de amor unos  con otros. Estaban enriquecidos en todo, pero les faltaba la riqueza del amor. Mis amados hermanos, si una iglesia carece de esta virtud, carece de todo. Es sobre el amor fraternal que la iglesia se edifica. Pablo abordó muchos temas en el presente capítulo,  pero el que toca el “amaos los unos a los otros”, es el más importante. Qué se nos ordena hacer en el segundo mandamiento más grande de todos.


I.    SE NOS ORDENA AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS SIN FINGIMIENTO



1. Hay un tipo de amor  falso. No es raro que Pablo comience esta lista de deberes cristianos hablando del amor, la virtud más grande de la ética cristiana. Lo mismo hizo con los corintios, cuando después de hablarnos acerca de  los dones espirituales, reveló su gran capítulo 13. Cuando Pablo escribe así,  reconoce que aún el ejercicio de los dones espirituales pudiera darse en la iglesia bajo un falso amor. Que aún mientras esté sirviendo en alguna área mi amor no sea real. 



Este es un asunto muy serio. Lo que Pablo nos está mostrando es que pudiera haber hipocresía en el amor hacia otro. Wikipedia define a una persona  hipócrita como “aquella que no da a conocer sus verdaderas realidades que lleva dentro, y demuestra ser alguien que en verdad no es, sólo aparenta ser eso, tal vez por necesidad, por conveniencia, u otros motivos, según la persona hipócrita que nos estemos refiriendo”. Un amor fingido es un amor hipócrita. Quien esto hace se constituye en un actor con doble cara. Bien pudiera la persona que actúa de esta manera darle un beso fingido (al mejor estilo de Judas), un abrazo fingido, una sonrisa fingida y hasta  hacer algún servicio fingido. Si en vedad nos amamos los unos a los otros, la palabra “fingir” no debiera existir en mis relaciones. Cuando Cristo calificó a Natanael, uno de sus posteriores discípulos, habló de un hombre en quien no había engaño. Así es el real amor.


2. El amor debe ser real. Entonces, el amor sin  fingimiento es el que queda libre de engaños, de adulaciones mezquinas y mentirosas. Es el amor que no esquiva la mirada. El que va al encuentro de otro para el saludo fraterno porque le interesa saber del otro  hermano. Es el amor que pregunta por el hermano que no ha vuelto y a quien no ha visto. Es, en efecto, un amor sin mezcla, transparente, sin sombra de variación.


¿Cuál es el amor no fingido? 
Es el amor benigno, sin envidia, sin jactancia, que no se envanece, ni hace nada indebido, es misericordioso, compasivo, no busca lo suyo propio… el amor real, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, y todo lo sufre. 

¿Sabía usted que ese amor real encuentra su más legítima expresión en el “amaos los unos a los otros”? 
Jesucristo dijo que una señal distintiva de un discípulo suyo es el amor por los demás: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Jn 13:35). “Mirad como se aman” fue la característica que el historiador Tertuliano pudo escribir para calificar lo que los enemigos de los  primero cristianos, por envidia de sus relaciones, dijeron. 


¿Podrán decir de nosotros, hoy de nosotros, “mirad como se aman”? El amor, pues, no puede ser fingido, porque no será real.


II.    SE NOS ORDENA AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS VENCIENDO CON EL BIEN EL MAL



1. Aborreed lo malo


En lo que se refiere a la conducta cristiana, el creyente debe tomar muy en serio este mandamiento de la palabra. Las cosas malas que ofenden a Dios y que afectan nuestro testimonio debieran ser detestadas  y odiadas por un hijo de Dios. No debiera haber cabida para ninguna manifestación del mal en nuestras vidas. En este mismo texto, el apóstol nos combinó a no ser vencido de lo malo sino “vence con el bien el mal” (v.21). Y si seguimos una conexión con el “amaos unos a otros”, encontraremos que este mandamiento es muy pertinente porque yo debo aborrecer lo malo que hay en mí respecto a algún otro hermano por quien Cristo murió. Mire lo que dice Juan en unas de sus cartas: “Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él” (1 Jn. 3:15). Debo confesar que este texto es muy difícil de  digerir. 

¿Habrá cristianos homicidas? ¿Es eso posible? 


Amados hermanos, tenemos que confesar que así es. Es más, si yo aborrezco a mi hermano, la Biblia también  me dice que estoy en tinieblas: “El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas (1 Jn. 2:9). Aún más, si yo aborrezco a mi hermano, soy un inconverso, así como lo oye, mire lo que otra vez dice Juan: “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios” (1 Jn.3:10). Yo debo aborrecer lo malo que hay en mí para no aborrecer a mi hermano.


2. Seguidlo lo bueno. 


Este otro mandamiento  nos orienta hacia dónde debiéramos apuntar en la vida cristiana. Lo que es bueno hay que perseguirlo, hay que buscarlo, hay que desearlo. Si esta es la meta diaria, la vida cristiana pudiera estar adornada de las más hermosas virtudes. Siguiendo con la idea da “amaos los unos a los otros”, imagínese que cada vez que viene un pensamiento negativo hacia un hermano lo rechazo, y en lugar de eso coloco un pensamiento de bien para él. 


Imagínese que cada vez que sea tentado a hablar mal de algún hermano, usted llena sus labios de bondades y de virtudes y se las hace saber a esa persona; al hacerlo usted está llenando su vida con el bien. Creo que en  esta parte la recomendación de Pablo nos hará muy bien acerca de mis pensamientos hacia los demás hermanos: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Fil. 4:8). Mi vida debiera estar llena de todo pensamiento de bien y no de mal para aquellos por quien el mismo Señor murió. Que ninguna raíz de amargura impida amar a quien el Señor también amó.


III.   SE NOS ORDENA AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS FRATERNALMENTE



1. Un amor entre hermanos de la  misma fe


“Amaos los unos a los otros con amor fraternal” es la definición del tipo de amor que debe existir entre todos los creyentes. ¿De qué se trata este amor? No es un amor basado en la afinidad de los gustos, personalidad o costumbres similares. Curiosamente, aunque este amor se da entre seres humanos, su procedencia es netamente divina. Por lo tanto, es un amor  entre dos personas que tienen la misma fe en Dios. Pedro nos dice que este amor es el resultado de  la purificación de nuestras almas: “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro…” (1 Pe. 1:22). En base a esto, él mismo recomienda, que “ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados (1 Pe. 4:8). El llamado a practicar este amor fraternal es porque él es  como el oxígeno para el "cerebro" de la iglesia, pero ese amor de  ser "ferviente". Los sinónimos de la palabra "ferviente" son: vehemente, ardiente, apasionado, ardoroso, efusivo y entusiasta. ¿Es así nuestro amor por mi hermano?  ¡Cuidado con un amor frío entre nosotros!.



2. Un amor de las mismas entrañas. 



El amor fraternal no son palabras superficiales, sino un asunto que se  produce en la intimidad de mi ser. Es por eso que se nos recomienda a no amarnos de "labios no fingidos". En este mismo sentido Pablo recomienda que la única deuda que debemos tener entre nosotros es el "amaros los unos a los otros" (Ro. 13:8) ¡Por favor hermano, jamás cancele esta deuda! "El amor con amor se paga, pero nunca se salda", dijo alguien. Nuca deje de amar porque con ello estaría creando la muerte en el mismo cuerpo. Pero además se nos recomienda a "vestíos de amor que es el vínculo perfecto" (Col. 3:14) El "vestido" más elegante de los creyentes en la congregación no es el que está de moda ni el que nos ponemos para las ocasiones especiales. El "vestido del amor" me pone al nivel de cada uno de mis hermanos. Hagamos, pues, que nuestro amor "abunde más y más, en ciencia y conocimiento".  


IV.    SE NOS ORDENA AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS PREFIRIENDO A LOS DEMAS



“En cuanto a honra”, es la palabra clave. ¿Qué quiere decir esto? El que ama a su hermano, le honra. El que no honra a su hermano no le ama. Esto significa que en la medida que practica el amor fraternal no hará nada que le deshonre. La actitud del creyente no puede ser comparada con la del mundo.  ¿Ha visto en su vecindario que haya un día a la semana para honrar al vecino por su trabajo, esfuerzo, dedicación y entrega? ¡No, eso nunca se da allá! Esa es una virtud exclusivamente cristiana. La idea de esta demanda bíblica es que yo me baje para elevar al otro. La oración de San Francisco de Asis interpreta muy bien esta demanda bíblica: “Señor, que sea instrumento de tu paz.  


Que donde haya odio, ponga yo amor.  Que donde haya ofensa, ponga yo perdón.  Que donde haya discordia, ponga yo unión.  Que donde haya error, ponga yo la verdad.  Que donde haya duda, ponga yo fe.  Que donde haya desesperación, ponga yo esperanza.  Que donde haya tinieblas, ponga yo la luz.  Que donde haya tristeza, pongo alegría.  Oh maestro, que yo no busque tanto: Ser consolado... como consolar.  Ser amado... como amar.  Porque: Es dando... que uno recibe;  Es olvidándose... que uno encuentra;  Es perdonando... que uno es perdonado;  Es muriendo... que uno resucita a la vida eterna”. Así actúa el amor fraternal.



FINALIZANDO: 


Hemos dicho que el amor debe ser sin fingimiento. Eso significa que sea real, transparente. Para ello, yo debo aborrecer lo malo que hay en mí, sobre todo aquello que me impide amar de esta manera a mi hermano. Este amor fraternal, que brota desde lo más profundo, procura la honra del otro, en lugar de la mía. Esta clase de amor es el  más demandado después del amor que sentimos por Dios.  

Alguien escribió el  siguiente  párrafo que nos ayuda a ver amor fraternal, del que les estoy hablando hoy: 

"Cuando para alguien sea tropiezo mientras mi orgullo aumenta, DÍMELO

Cuando me veas andar por el camino sin luz, cuando me veas huir de la presencia de Dios, LLÁMAME

Cuando me veas débil, caído, llevando mi vida hasta el mundo falaz, ZARANDÉAME

Cuando me veas que tropiezo, me hundo, me caigo, destrozo, lastimo, que lucho y me pierdo, GRÍTAME

Cuando me veas que hiero, crítico, cuando de testificar me olvido, REPRÉNDEME

Cuando, hermano, me veas perdido, lejos del camino que Dios nos trazó, ENDERÉZAME, pero sobre, hermano, ÁMAME”

Que el amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo, prefiriendo a los demás como superiores a nosotros mismos.
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